Cloud-Native vs. Cloud-Enabled: Dos Caras de la Nube

Entender el concepto de cloud-native es comprender una filosofía de infraestructura pensada y construida desde y para la nube. No es casualidad que exista una organización como la Cloud Native Computing Foundation (CNCF), la cual promueve certificaciones en tecnologías como Kubernetes. Este enfoque en herramientas de orquestación es un claro indicador de cómo la nube está trascendiendo el simple "arriendo de computadoras" para evolucionar hacia el "arriendo del poder computacional exacto".

En lugar de alquilar una instancia EC2 con 2 núcleos y 4 GB de RAM fijos, el paradigma se desplaza hacia consumir únicamente los recursos que una aplicación necesita en un momento dado. Aquí es donde conceptos como serverless cobran una fuerza inmensa. Este tipo de infraestructura destaca por su capacidad de escalar no solo verticalmente (aumentando recursos) sino también horizontalmente (incrementando la cantidad de réplicas o pods), adaptándose a la demanda en tiempo real.

Este dinamismo es ideal para empresas emergentes (startups) que necesitan desplegar rápidamente su modelo de negocio. Como se menciona en un análisis de Rootstack, las arquitecturas nativas de la nube permiten a estas compañías innovar a gran velocidad. Un caso de estudio local interesante es "Pawwy", una startup chilena que busca crear un perfil médico unificado para mascotas y cuya operación, según entiendo, es 100% cloud-native.

Por otro lado, encontramos el enfoque cloud-enabled. Este paradigma se podría describir como una estrategia abierta a la nube, pero con un anclaje más terrenal. Está diseñado para organizaciones que desean aprovechar los beneficios de la nube sin abandonar por completo sus sistemas on-premise. Es la solución perfecta para gobiernos, instituciones militares y bancos, donde la soberanía y privacidad de los datos son fundamentales. Para estas entidades, la idea de que información crítica resida en servidores ajenos a su control directo es simplemente inviable. ¿Nos imaginamos al gobierno de Estados Unidos diseñando estrategias militares en GCP, con el riesgo latente de que esa información sea vulnerada?

En definitiva, la elección entre un modelo y otro no depende de cuál es tecnológicamente superior, sino del contexto, la seguridad y los objetivos de negocio de cada organización.